Creí que jamas volvería a escribir, que todo era asunto superado. Por un momento pude disfrutar de esa luz al final del camino, esa tranquilidad, ese equilibrio entre el interior con el exterior. Y sobre todo creí que por fin me amaba.
¿Acaso no soy ya una mujer adulta? ¿En proceso de obtener y cumplir sueños profesionales? ¿Feliz? ¿Con un trabajo, con la satisfacción de haber obtenido un titulo profesional? ¿Entonces por que cada noche me acuesto con la misma pregunta?....¿Qué he hecho de mi vida? ¡Nada!
Sigo sintiéndome vacía, sola, inútil, invisible, GORDA y FEA.
El coraje sigue ahí, el rencor donde mismo, la frustración no se ha movido, mucho menos el dolor que causa la consciencia a siquiera disminuido. Estoy segura que se ha empeñado acompañarme el resto de mis días ¿tierno no? después de todo no estoy sola, me acompaña esa vocecita...la que me recuerda quien soy.
Y aun sigo preguntándome si existe el día en el que me enamore de la persona que el espejo me muestra.
¿ Algún día dejare de fingir?
